martes, 24 de junio de 2014

Hogueras de San Juan...






Un fondo diferente se asomó esta mañana por la ventana chica, la que da al llano. Había un reflejo extraño, como plañidero entre las nubes que se iban tiñendo de un gris pálido, como de agua volcánica. Las puertas del trigo se abrían a mi paso, despertando la marea ruidosa de un viento perdido entre los pliegues de las faldas que rozaban las espigas, como si fueran los besos que se nos olvidaron en días pasados.
Hoy a la caída del sol, se entroncarían abrazos, pasos, besos, lunas preñadas de sal y truenos que esperan ansiosas la noche de San Juan. Dicen, que vive la magia en cada luz que asoma tímida por los pequeños rincones de las olas espumosas, que saltan bravías para acercarse a nuestros pies. Los lunares que van cayendo del cielo lluvioso me dejan pensar en todo lo que te he querido, lo que te he añorado, lo que me falta todavía por estar contigo y en tí.
Mi hoguera, me rompe el corazón cuando me llega tu aroma dibujando mis mañanas y mejorando mis noches, en esa espera que se sabe cierta y preciosa.
Hoy, saltaré las llamas porque sé que tu estás al otro lado, con tu sonrisa y tus brazos abiertos despidiendo mis miedos. Me siento llena de tus caricias y tus tiernas miradas, que conocenn tan bien las mías. Noche de San Juan, donde el fuego purifica las líneas de la vida y traen nuevas cosas hasta las rutinas de todos nuestros días.
Hoy saltaré las llamas, sabiendo que me esperas.